sábado, 28 de mayo de 2011

EL PESCADO, alimento para calmar el corazón.

En memoria de mi padre, a quien esta información hubiera salvado de morir súbitamente.




En el libro del Genesis los peces y cetáceos son creados al quinto día, constituyéndose en la primera referencia de una comida funcional para los humanos que seriamos  creados luego.

En el siglo XIX los buques ingleses cosechaban aceites sacados de especies marinas para alimentar el fuego de sus lámparas. Pero después de descifrada la paradoja esquimal esta situación empezó a cambiar: se comprobó que los esquimales tenían muy poca enfermedad coronaria a pesar de consumir un 40 % de sus alimentos en forma de grasa y casi nunca vegetales o frutas. Luego vino el estudio de la General  (compañía de electricidad) que mostró que quienes consumían pescado al menos dos veces por semana tenían gran descenso en la mortalidad por Muerte Súbita. La otra parte de la historia ya la referimos : el estudio de los siete países, el de Lyon y los de la alimentación mediterránea.

La teoria de los ácidos grasos No Saturados son el elemento central de la hipótesis dieta - corazón.
Común a esta mezcla de mito, paradoja y ciencia son los aceites marinos y su efecto protector contra la muerte de origen cardiovascular. Pero también alteran positivamente el metabolismo de los lípidos, la presión arterial, el desarrollo de la retina y cerebro, la función de la plaqueta y la coagulación.
En 1930 empezó a aclararse que algunos ácidos grasos no solamente producían energía sino que eran esenciales. Dos de ellos son muy protectores: Docosahexanoico (DHA) y el Eicosapentanoico (EPA), ambos conocidos popularmente como omega 3.
Están presentes en los pescados especialmente marinos de aguas profundas o azules, siendo fáciles de conseguir en nuestro medio el atún, salmón, sardinas y trucha. También en todo tipo de mariscos, así como en fuentes terrestres llámense aceites vegetales, nueces y semillas.

Recientemente su poder para combatir las arritmias ha sido establecido: ocupan un lugar en la membrana celular (porción SN2) de los miocitos y evitan la propagación de arritmias potencialmente mortales: cuando hay un estres fisiológico severo  como la isquemia o el infarto del miocardio, son liberados de los fosfolípidos de membrana y protegen de la muerte súbita arritmica.

Aunque existen suplementos orales de omega tan buenos como el de KRILL , siempre recomiendo a mis pacientes tratar de obtener estas grasas fundamentales y benignas de su alimentación diaria.


Mauricio Pineda Gómez
Cardiologo

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