lunes, 25 de abril de 2011

Dieta Mediterranea

Durante unas vacaciones en el sur de Italia, el doctor Ancel Keys observó que los nativos vivían muchos años, con calidad de vida y muy funcionales trabajando hasta avanzada edad. Supuso que la actividad física y algo en la alimentación fueran la causa.
Los beneficios cardiovasculares de una dieta saludable quedaron demostrados desde el Estudio de los Siete países (ideado por el doctor Keys) que relacionó la alimentación con enfermedades crónicas. En este estudio se comparó la alimentación de personas que vivían en Finlandia, Grecia, Italia, Japón, Holanda, Estados Unidos y Yugoslavia: los patrones de ingesta y las diferencias en mortalidad a 25 años popularizaron la Dieta Mediterránea.
Esto hallazgos estimularon a los médicos que viven en la zona mediterránea a desarrollar diferentes estudios y a proponer la alimentación de ellos como un bien cultural de la humanidad. Diversos grupos en España, Francia, Italia y Grecia han demostrado beneficios de este patrón de alimentación en la prevención de infartos, muerte cardiovascular, síndrome metabólico, diabetes mellitus y cáncer (dieta cardiaca de Lyon, Estudio Attica, Predimed ).
La dieta mediterranea está caracterizada por abundantes alimentos que provienen de las plantas (frutas, vegetales, panes, cereales, granos, nueces y semillas); alimentos mínimamente procesados y producidos localmente; postres hechos con frutas frescas y ocasionalmente dulces elaborados con miel; aceite de oliva como la grasa principal, consumido en estado natural o para las cocciones; pescado y aves en moderada cantidad; hasta 4 huevos por semana; carnes rojas escasamente (una vez por semana); moderado consumo de vino tinto con los alimentos y actividad física diaria.
Cuáles son los posibles mecanismos para reducir la enfermedad cardiovascular con la dieta mediterránea?.
La teoría inflamatoria de las enfermedades crónicas parece explicar muchos de los beneficios. Ademas la disminución del estrés oxidativo.
Posiblemente la presencia de los siguientes elementos hacen de la dieta mediterránea la mejor en pacientes con cardiopatía:
OMEGA 3: está demostrado que disminuyen la muerte súbita por un efecto estabilizador de membranas, ademas tienen actividad anti-inflamatoria a través de la disminución del ácido araquidónico de la membrana celular.
Frutas y vegetales: los componentes antioxidantes incluyendo vitaminas en estado natural, policosanoles, flavonoides y carotenoides son anti-inflamatorios. Hacen que las células tengan resistencia al estres oxidativo (culpable del envejecimiento).
Nueces y semillas: ricas en grasa monoinsaturadas logran mejorar el colesterol HDL, reducen los trigliceridos y disminuyen las moléculas de adhesión inflamatorias. Además son altas en Arginina un aminoácido precursor del oxido nítrico (potente vasodilatador).
Granos y cereales integrales: evitan el aumento del azúcar en la sangre y por consiguiente disminuyen los radicales libres y las citoquinas proinflamatorias (interleukinas y factor de necrosis tumoral).
Licor en bajas cantidades y de manera cotidiana, que disminuye la proteina C Reactiva y el fibrinógeno (potente conector de los trombos). Si es vino tinto ademas está lleno de polifenoles y de Resveratrol.

La gran dificultad para asumir este tipo de alimentación podría ser el costo, pero de todos modos vivimos en un país tropical con abundantes frutas y verduras.
Se cumple una vez más la sentencia: "QUE TU ALIMENTO SEA TU MEDICAMENTO".


MAURICIO PINEDA GOMEZ
CARDIOLOGO NO INVASIVO.