sábado, 17 de septiembre de 2011

Marcapaso para tratar la presion alta.


La hipertension arterial ha tenido durante los ultimos cincuenta años dos enfoques de tratamiento: cambios en el estilo de vida y terapia con medicamentos. Ambos han cambiado fuertemente el comportamiento de una enfermedad que en menos de 10 años terminaba irremediablemente con la vida de las personas que la padecían.


Durante el reciente Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología se presentaron los avances en terapia no farmacológica de la HTA y dos de ellos llamaron poderosamente mi atención: la denervación con catéteres de el simpatico de las arterias renales y el uso de marcapaso para la estimulación del seno carotídeo.




El funcionamiento del sistema cardiovascular como bomba hidráulica supone la presencia de sensores en el sistema que estan chequeando la presión en determinados puntos. Uno de ellos está ubicado en la arteria carótida y permite determinar si la presión que llega al cerebro es adecuada o no.


Desde hace cerca de cuarenta años varios grupos de investigación han tratado de valorar que ocurre cuando se estimulan estos receptores de presión (baroreceptores) ubicados en el cuello.


Hace cerca de 20 años un grupo italiano de Milan (capital mundial de la Hipertensión),han venido desarrollando un marcapaso que implantado en el pecho y con dos electrodos que se dirigen a ambas carótidas, las estimula electricamente logrando lo siguiente:
1 activación de los receptores de presion
2 el baroreceptor envía señales al cerebro que son interpretadas como un incremento de la presión arterial
3 el cerebro envía señales a otras partes del cuerpo para reducir la presion incluyendo vasos sanguíneos, corazón y riñones.


Hasta el momento han publicado estudios alentadores y se cree que la terapia con este tipo de marcapso será especialmente util en pacientes con hipertension arterial refractaria que reciben más de tres medicinas para controlar su presión arterial. En muchos de ellos los pacientes pasan de tomar cuatro medicamentos a uno solo.


La investigación está muy activa en Estados Unidos y Europa. Veremos con el tiempo si esta solución no farmacológica puede aplicarse ampliamente.




Mauricio Pineda Gomez
Cardiologo



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